Marca nuestra vida con tu ternura. Señor, ya lo ves: nosotros hemos reconocido ante tí lo pequeños y frágiles que somos. Te hemos dicho cuán culpables somos, rebeldes, abusadores de tu confianza. Hemos abandonado tus caminos, hemos desoido tu voz, para desdicha nuestra... Sin embargo, tú has sido para nosotros todo amor y misericordia, toda ternura... Sigues actuando con fidelidad ante nuestra incorrespondencia a tu amor. Pero conmovidos por tu perdón, por tu cariño, te pedimos que tú amor nos vuelva a la vida. Marca nuestra vida con tu ternura. Que la tierra de nuestra vida produzca los frutos de tu redención. Que por la gracia del árbol de la cruz, nuestro corazón retoñe. Haz que te encontremos presente en nuestra vida. Te lo pedimos a tí, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, Amén.
|